En 2011 comenzó el proyecto de investigación que presentamos aquí con el objetivo de profundizar en el estudio de Guernica con nuevos exámenes técnicos realizados con la tecnología más avanzada así como una localización exhaustiva de documentación sobre la obra.
Dada la complejidad que implicaba un proyecto de estas características, se programaron dos fases de actuación. La primera tenía que permitir fotografiar y realizar todos los estudios técnicos con absoluta precisión y cumpliendo la premisa de mantener la obra en su lugar habitual. Para ello se diseñó y desarrolló un sofisticado sistema robotizado que permitió realizar todos los estudios técnicos sin que el horario de apertura al público se viera alterado. La segunda fase se ha centrado en el desarrollo de la tecnología necesaria para procesar la enorme cantidad de imágenes tomadas llamadas macrofotografías que alcanzan un nivel de detalle muy superior al que la vista natural puede apreciar.
Primera fase
Entre 2011 y 2012, en la primera fase, se instaló un automatismo robotizado delante de la obra que realizaba barridos sistemáticos de la superficie del cuadro con el fin de capturar miles de macrofotografías bajo múltiples técnicas espectrales. En algunos estudios se llegaron a tomar hasta 20.592 imágenes luz visible, luz ultravioleta y reflectografía infrarroja. Además se desarrollaron otros estudios, como el escaneado en 3D de alta resolución, la captura de imágenes hiperespectrales y, por último, también se consideró necesario hacer un barrido analizando la reflectancia espectral, con el fin de recopilar información precisa sobre el color actual del cuadro.
El automatismo robotizado supuso una de las mayores complejidades del proyecto. La precisión y la seguridad resultaban fundamentales, y gracias a una tecnología avanzada, el robot de tres ejes cartesianos, se desplazaba con una precisión de 25 micras. Además, permitía incorporar diferentes cámaras, sensores y sistemas de iluminación propios de cada técnica, que a medida que recorrían la superficie de la obra captaban las imágenes con gran detalle.
El resultado de los estudios realizados de una forma tan sistemática ofrecen, tanto a la comunidad científica como al público interesado, un conocimiento profundo de los materiales y la técnica empleados por Picasso en esta obra esencial de la historia del siglo XX.
Segunda fase
La segunda fase, llevada a cabo entre 2015 y 2017, se ha centrado en la interpretación de los estudios técnicos obtenidos con las imágenes tomadas por el automatismo robotizado. Para ello, ha sido necesario el diseño y desarrollo de un software especçifico que permite manejar y visualizar simultáneamente los distintos estudios por parte del equipo de restauración. A la vez, se ha ido creando un banco de datos con la información obtenida al analizar las imágenes creando los llamados mapas de alteraciones. Estos datos suponen una herramienta fundamental para el estudio del estado de conservación de la obra, ya que permiten localizar rápidamente cada una de las alteraciones y examinar los aspectos técnicos relacionados.
A pesar de la complejidad que implican el tamaño y la fragilidad del Guernica, con este proyecto se brinda a los expertos la posibilidad de trabajar de forma simultánea con todos los estudios técnicos (luz visible, VIS; luz ultravioleta, UV; reflectografía infrarroja, IR; rayos X, RX y 3D) y realizar ampliaciones sobre detalles de la obra. Las imágenes en alta resolución llegan a aumentos mucho mayores que lo que el ojo desnudo puede alcanzar, de forma que se obtiene información profunda de cada uno de los daños y alteraciones del lienzo.
Si nos detenemos en el estudio realizado con luz visible (VIS), ha sido posible cuantificar y registrar de forma exhaustiva los aspectos relativos a las alteraciones que presenta la obra fruto de los avatares históricos, así como comprender la rápida y enérgica técnica del artista.
Cuando nos acercamos a la obra desde la perspectiva del análisis del estado de conservación, una de las alteraciones más frecuentes es la presencia de cera.
Ésta es consecuencia del tratamiento de consolidación con cera-resina que fue realizado en el año 1957 en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York. Con las imágenes a grandes aumentos, en muchos casos es posible detectarla fácilmente. No obstante, gracias a los resultados obtenidos con ultravioleta (UV) es posible cuantificar el alcance de la misma. Asimismo, gracias a las distintas respuestas fluorescentes de UV, se pueden advertir los retoques de color que cubren pérdidas de pintura.
La composición de Guernica fue desarrollada por Picasso en un tiempo menor a dos meses, modificada en sucesivas fases sobre la superficie pictórica. Todas estas etapas fueron documentadas fotográficamente por la artista Dora Maar y durante mucho tiempo el conocimiento de estos cambios se basó en esta documentación. Pero desde hace varios años es habitual en la comunidad científica recurrir también a la técnica de la reflectografía infrarroja (IR) que estudia las modificaciones sobre la superficie pictórica. La IR observa las capas intermedias entre el soporte y la policromía y saca a la luz los cambios compositivos o rectificaciones que Picasso fue haciendo sobre el lienzo. Gracias a ello se puede apreciar por ejemplo, como la cabeza del caballo estuvo en distinta posición y también cómo en el extremo inferior derecho del lienzo, en fases iniciales de la obra, Picasso valoró la posibilidad de incluir la figura de una mujer.
En los resultados de la imagen radiográfica o rayos X (RX), podemos observar los elementos estructurales de la obra. El bastidor que actualmente tiene el Guernica no es el original. Dado al delicado estado de conservación del original, en el año 1964 se tomó la decisión de sustituirlo en el MoMA de Nueva York por el bastidor que actualmente tiene la obra.
Estos son solo algunos de los datos que recoge el estudio completo de restauración de Guernica de Picasso que en conclusión quiere conocer en detalle y con máxima precisión su estado de conservación y así garantizar la correcta evolución de una de las obras más importantes del siglo XX.