Max Aub
Max Aub (París, 1903 – Ciudad de México, 1972), escritor y político nacido en París de padres alemanes, en 1914 se trasladó a Valencia con su familia. Como escritor abordó todos los géneros: teatro, poesía, relato, novela, ensayo y crítica literaria. Fue miembro del Partido Socialista Obrero Español desde 1928; en 1936, durante la Guerra Civil, fue enviado a París como agregado cultural de la Embajada de España, desde donde participó en las gestiones del encargo a Picasso para el pabellón español de la Exposición Internacional. En 1937 regresó a España y tras la guerra, en 1939, se marchó a Francia. Tras pasar por varios campos de concentración y de refugiados en Francia y Argelia, se exilió a México en 1942.
Max Aub fue un autor poliédrico, en sus textos conjugó y unió un particular humor con una visión dramática, dada la cercanía de los hechos narrados. Aub encarna la historia y el compromiso del exilio español tras la Guerra Civil, como muchos otros intelectuales obligados a abandonar el país ante las represalias, quienes conjugaron la práctica artística o literaria con la práctica política.
Participó activamente en la vida política y cultural española y después mexicana, tanto en el Gobierno de la Segunda República como durante la guerra y su posterior exilio. Antes del estallido de la guerra, fundó en Valencia el grupo de teatro universitario El Búho con un espíritu similar a La Barraca, la compañía fundada por Federico García Lorca. Además, amigo y próximo a Josep Renau intelectual y políticamente, colaboró en las revistas Nueva cultura (Valencia, 1937-1939) y Hora de España, dirigida esta por Antonio Machado, y formó parte de la Alianza de Intelectuales en Defensa de la Cultura (1936-1939). En julio de 1937, al dejar su puesto como agregado cultural en la Embajada de España, fue nombrado secretario del Consejo Central del Teatro, presidido por Josep Renau. En 1939 participó en el guión de la película Espoir. Sierra de Teruel de André Malraux.
Sus obras literarias más recordadas fueron escritas durante su exilio en México, entre las que cabe destacar su novela en seis volúmenes sobre la guerra civil española El laberinto mágico (1943-1968). También destaca Jusep Torres Campalans, biografía de un falso pintor cubista en la que narra, con su habitual ironía, los ambientes artísticos de París antes de la Primera Guerra Mundial. Aub llegó incluso a organizar una exposición de las obras ficticias de este personaje. Dedicó el libro precisamente a Pablo Picasso, a quien consideraba el mejor artista del siglo XX.
Desde su incorporación al equipo del embajador de España en París Luis Araquistaín, en diciembre de 1936, Aub participó en las gestiones para la puesta en marcha del Pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937, así como el encargo de obras a artistas como Joan Miró, Pablo Picasso y Alberto Sánchez. En este sentido, en su correspondencia con Josep Renau de 1965, Max Aub recordaba que él había intervenido en el encargo del cuadro y que había entregado a Picasso 150000 francos en concepto de gastos materiales “con la condición de que el cuadro siguiera siendo suyo”. A los trabajadores del pabellón y ante Guernica declaró que Picasso había representado en la obra la tragedia de Guernica y que, con buena voluntad, todos apreciarían la rabia, la desesperación y la terrible protesta que la tela contenía.